TINO, capitán del Mahoh

Siempre he querido saber cosas del rugby canario, intentar conocer un poco más de los equipos y de las personas vinculadas al rugby en las islas. Por esa razón, me he puesto manos a la obra para realizar diversos artículos que proporcionen una idea de lo que es y significa el rugby para los que lo vivimos.

Hoy publico una entrevista realizada a Tino, capitán del Mahoh.

¿Cuándo, dónde y porqué empezaste a jugar?
Empecé a jugar en septiembre del 89, en La Laguna cuando el campo de la universidad aún era de tierra. Recuerdo los primeros entrenamientos con los que aún conservo como amigos: Tanque, los hermanos Cossio, Jaime Mir, Santi "el abuelo", etc., al igual que recuerdo mi primer partido un mes después, un Bellas Artes vs Informática. Después llegó Aparejadores y para mi, la etapa más bonita del rugby en Tenerife. El porqué de jugar a rugby, creo que es innato, ya me gustaba de pequeño, soy de la generación de Ramón Trecet comentando los 5 naciones, me iba a casa de un familiar para poder ver los partidos, en casa no me entendían, supongo que esto les suena.

¿Cómo surge el Mahoh?
Cuando regresé a Fuerteventura en el 99 ya intenté crear un equipo, pero la idea no fructificó. Hace tres años se sumaron una serie de casualidades que llevaron a buen puerto el sueño de crear un equipo majorero. Te explico, un compañero aparejador, Eliseo, que jugó un par de años conmigo en La Laguna, conoció por motivos de trabajo a un entrenador de León, Isaac, y nos puso en contacto. A su vez un amigo y actual presidente del Club, Miguel, conoció a un militar, Alberto, jugador en Galicia y nos lo presentó. Esto unido a un majorero que jugó en la Universidad de las Palmas, Alcorac, y a un argentino, Sergio, apasionado de este deporte, hizo que se pusiera en marcha el proyecto.

¿Qué es el sentimiento Mahoh del que tanto se oye y lee?
Los sentimientos son difíciles de explicar, están, surgen, no se crean. Es lo que ves en el campo, no solo en el juego, también en los terceros tiempos, es amistad, compañerismo y respeto, tanto entre compañeros como con el rival, es rugby.

¿Qué expectativas hay para el año que viene?
Incertidumbre es la palabra que define la próxima temporada, aun no conocemos con que equipo contamos. La situación actual de la vida condiciona mucho, no solo al Mahoh, sino a todos los equipos, la situación laboral y económica de cada jugador marcará su posible inclusión en el equipo. Te recuerdo que cada jugador se paga de su bolsillo la ficha y gran parte de los desplazamientos. Aún así pretendemos como mínimo repetir lo de la temporada pasada y a ser posible ganar un partido más que el año pasado, el último que perdimos en Vecindario.

¿Podrían afrontar la Primera División en caso de quedar primeros y superar el ascenso?
No

Háblame de los juveniles y la escuela itinerante
Consolidar el equipo de juveniles es nuestro principal objetivo para esta y las próximas temporadas, por encima del equipo senior. Ya contamos con un grupo de jóvenes muy implicados en el club y bastante constantes, cuatro de ellos ya fueron seleccionados por la Federación Canaria, para disputar el torneo de selecciones autonómicas disputado en Asturias. La escuela itinerante surgió ante la imposibilidad de inscribir un equipo juvenil en la liga Canaria, y su objetivo es acercar el rugby a los distintos puntos de la isla, evitando los incómodos traslados particulares, que a la larga suponen un obstáculo para el desarrollo del mismo. Hemos hecho dos concentraciones este año y visto el buen resultado obtenido en ambos, potenciaremos la escuela. Es importante señalar que el Cabildo de Fuerteventura está prestado un gran apoyo a la escuela.

¿Qué le falta al rugby canario?
Base, fundamentalmente base. El cuidado de las categorías inferiores es fundamental para la mejoría del nivel y el mantenimiento del rugby en general, y de Canarias en particular. Todos los clubes deben tener como mínimo un equipo de juveniles y a ser posible también de infantiles, no podemos vivir de ir encontrando antiguos jugadores. Las islas capitalinas deben también reforzar los trofeos rectores de sus respectivas universidades. Históricamente han sido una fuente inagotable de cantera. Las ayudas económicas e institucionales, siendo también importantes, llegan en proporción al número de personas que arrastra o implica cada deporte.