
Los Irish tenían hambre de título, mucha hambre, y a los 20 segundos de empezar el partido, el australiano Peter Hewat transformó un drop de 45 metros, que ponía a los londinenses por delante sin ni siquiera dar tiempo a sentarse cómodamente en la grada. Sin embargo, Leicester venía con la lección bien aprendida tras perder la final del año pasado ante los London Wasps, y con paciencia, fueron tomando pocisiones en el campo para afianzar su juego. Así, en el 18 el medio de melé francés, Julien Dupuy, empató el encuentro al transformar un golpe de castigo.
Finalizando la primera parte, el número 8 de los Tigers fue expulsado temporalmente con tarjeta amarilla, pero los Irish no fueron capaces de aprovechar su ventaja numérica.
De nuevo se pusieron los Irish por delante tras un golpe de castigo transformado por Delon Armitage en el minuto 49. Pero no supieron aumentar la ventaja, y en el minuto 61, Jordan Crane, enmendo la expulsión de la primera parte al lograr un ensayo, que transformaba Dupuy y ponía a los Tigers con ventaja de 4 puntos. London Irish necesitaba un ensayo para ganar el partido, sin embargo en el minuto 72 tras un golpe de castigo en contra de Tigers, los Irish decidieron tirar a palos y Delon Armitage consiguió la transformación que los ponía a un punto de sus rivales con 8 minutos por delante. Pero ahí se quedó todo, Los Tigers controlaron muy bien el juego en el final del encuentro y se llevaron el título a casa por un ajustado 10 a 9.

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