El pasado 23 de Mayo, el equipo irlandés de Leinster, se hizo por primera vez en su historia con la Heineken Cup, tras vencer en el estadio de Murrayfield, Edimburgo, a los Leicester Tigers.

Edimburgo fue tomada, de forma pacífica, por las dos aficiones desde el viernes por la tarde. Nadie quería perderse la final, ni dejar de apoyar a su equipo. El ambiente en la capital de Escocia era festivo, cordial y sobre todo, de mutuo respeto al contrario. 66523 espectadores abarrotaron las gradas de Murrayfield y otros muchos aficionados disfrutaron de la final desde los bares y pubs, compartiendo un gran partido con una pinta de cerveza.
En el terreno de juego los dos equipos salieron a por todas, con sus mejores 15 jugadores, dispuestos a dar el todo por el todo para llevarse el título continental. Nadie estaba fuera del partido, y desde el pitido inicial se vió la ambición de los dos equipos.

De nuevo se puso por delante Leinster, con un drop desde el lado derecho, esta vez de Johnny Sexton, el joven apertura sustituto del lesionado Felipe Contepomi. Y en el minuto 24, tras una gran jugada de delantera, protagonizada por el que al final fue nombrado jugador del encuentro, Rocky Elsom, Sexton transformó un sencillo golpe de castigo en tres nuevos puntos. Las cosas se ponían de cara para los irlandeses, aunque los ingleses no perdían el ritmo del partido.
Pero llegó la expulsión temporal del pilier Stan Wright por placaje sin balón, y el ritmo del partido cambió en favor de los Tigers. Los ingleses supieron aprovechar muy bien los minutos de superioridad numérica, primero con un golpe de castigo transformado por el medio melé francés, Julien Dupuy, y más tarde, al final ya del primer periodo con un ensayo del flanker, Ben Woods, que no desperdició Dupuy para obtener dos puntos más con la transformación. Los Tigers se iban al descanso con una ventaja de 13 a 9, gracias a que aprovecharon muy bien el periodo que Wright estuvo en el sin-bin.

A partir de ese momento se suceden los cambios de jugadores, sobre todo en el equipo de los Leicester Tigers, errores y jugadores como Rocky Elsom, con hambre de balón y de tirar de su equipo para adelante. Y a 10 minutos del final, en el 70, Johnny Sexton se juega a palos un golpe de castigo que transforma y pone 3 arriba a los irlandeses. Leinster juega a mantener el oval con distintas fases de juego, mientras que los Tigers se desesperan por recuperarlo. El encuentro está controlado por los irlandeses y los ingleses no encuentran hueco ni distancia para un drop. Un golpe de castigo a favor de Leinster y se termina el partido. Leinster se lleva por primera vez en su historia la Heineken Cup para casa.


Fotos obtenidas de la web oficial de la Heineken Cup.
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