Y llegó el momento de hacer una pausa en nuestro periplo mundialista para darnos un salto a Los Alpes franceses, con la sana intensión de practicar el descenso extremo de barrancos, o lo que por esos lares llaman Canyoning.
Camino de Chamonix pasamos por diversos lugares de espectacular belleza (será que los canarios no estamos acostumbrados a esos lagos y montañas tan grandes).
Hicimos una parada en Aiguebelette le Lac, símplemente impresionante.
Y seguimos camino de Annecy, que según todas las personas con las que hablamos es un lugar precioso que vale la pena visitar, pero yo no sé que puñetas pasó que no vimos nada bonito, no llegamos al lago y además pasamos hambre, ya que no encontrábamos ningún sitio donde comer. Al final nos tomamos unos bocatas y esta es la cara de algunos de los miembros del equipo antes de que nos pusieran el papeo.
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Seguimos rumbo a Chamonix y llegamos al camping de "Mer de Glace" (algo así como mar de hielo). Un sitio fantástico, maravilloso, espectacular, metido en un valle rodeado por árboles y con un fresquito "gracioso".
Tras instalarnos usamos un ratito internet (primera vez que escribimos desde Francia en el blog), picamos algo para cenar y a dormir, que al día siguiente venía el canyoning.
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