9 ene 2009

Carta de un EX ÁRBITRO

Arbitrar cualquier tipo de deporte no es nada fácil. Siempre está el factor humano, con sus sentimientos, estado de ánimo, experiencia, agudeza visual, etc. Pero "pitar" un partido de rugby tiene un factor añadido, es un deporte de contacto, de mucho contacto, que provoca rencillas, malos gestos y algún que otro golpe extra durante el encuentro. Cosas que pasan, de acuerdo, pero complican la labor del árbitro, que además en Canarias no se ve asistido por árbitros asistentes cualificados.
Tras mi primer partido arbitrado este año en la Liga Regional Canaria, recibí un artículo por parte de un amigo, y mentor en el mundo del rugby. Quiero ahora publicar dicho artículo para que todos entiendan un poco mejor al "Señor Árbitro".

Carta abierta de un ex árbitro

Seguramente entre los que participamos de este medio de comunicación, debe haber varios que jugaron en las épocas cuando los partidos terminaban con nomas de un dígito en el tanteador, los equipos se entrenaban solo dos veces a la semana y en muchas de las entradas a los campos había un cartel que rezaba:

“El árbitro siempre tiene razón, si Usted no lo entiende así, por favor, no entre en el campo”.

Sin dudas los tiempos han cambiado, los marcadores pasaron a ser astronómicos, los equipos se capacitan en defensa y ataque y del viejo lema del arbitraje nadie se acuerda.

Los cambios sociales, la necesidad de ganar sin medir consecuencias, la participación masiva de público que opina de reglas como el mejor de los peritos y muchas veces, las voces extemporáneas de los entrenadores, nos han llevado a buscar y encontrar un culpable ante las derrotas.


Y con esto no estoy diciendo “Que el árbitro siempre tiene razón…..”, ese slogan está por demás fuera de época, porque íntimamente todos sabemos que el árbitro, al igual que los jugadores se equivoca y en más de una ocasión. Pero en nuestro querido deporte siempre habíamos aceptado el error de ambos. Hoy, unilateralmente, no lo hacemos.


Por el bien de nuestro deporte, los que jugamos hace mucho tiempo debemos comenzar a retransmitir ese espíritu, que seguramente no se ha perdido, donde el árbitro era uno más de la familia, recibiéndolo en nuestros clubes y haciéndolo sentir como en su casa. No tolerando los insultos de propios ni extraños, ni culpándolo por errores directos o ajenos. Aceptemos al árbitro como lo que es, el jugador número 31 en la lista de los mismos. Porque sólo esos 31 más los suplentes son los únicos que ingresan en el campo. Y todos se entrenan y capacitan para entregar todo de sí, lo que incluye errores, “
pero en nuestro deporte aceptamos los errores de todos ellos.” Es por esto que les pido a todos los que alguna vez entramos a un campo a jugar con ocasionales adversarios y no contra ellos, a disfrutar de un partido y del consecuente tercer tiempo, que comencemos, en principio en los clubes a los que pertenecemos, a hacer respetar las decisiones del árbitro y a hacerlo tratar como lo que es, un jugador más que con su participación ayuda a que se juegue un partido.

Jorge Cohen
Ex árbitro, sólo por cuestiones de edad.

Jorge Cohen. Coordinador Nacional de Árbitros de la U.A.R. Adaptado por J.A.Arenas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy cierto lo de que se ha perdido un poco la figura de árbitro omnipotente en el mundo del rugby.
Recuerdo que lo primero que me enseñaron a mi cuando empecé a jugar a este deporte fue que el árbitro siempre tenía la razón y que no había que dirigirse a él en ningún momento, únicamente si él te llamaba ibas a hablar con el árbitro.
Recuperemos las buenas costumbres por el bien de nuestros árbitros y nuestro deporte.
Sobre todo porque algún día me imagino que puedo convertirme en uno de ellos

Anónimo dijo...

estoy con los dos... feliz entrada del añoo

wamba